Tanto las ratas como los ratones ( y roedores en general), son animales sociales que viven en colonias, es decir, que si hemos podido detectar algún ejemplar en el interior de nuestras instalaciones, seguramente haya más en otras zonas de la vivienda. Generalmente son nocturnos a la hora de realizar su actividad. Aprovechando la ausencia de luz, y el silencio de la noche, los roedores, buscan alimento y una zona segura y cómoda dónde establecerse.
Aunque generalmente, pueden confundirse, hay una serie de diferencias que distinguen claramente ratas de ratones.
Las ratas han jugado un papel importante siglos atrás en el contagio de enfermedades a humanos (debido a las instalaciones del momento, y a una deficiente limpieza e higiene de las mismas). Igualmente, a día de hoy, siguen siendo portadores de enfermedades graves, y muchas veces mortales; es por ello, por lo que deberemos ponernos en manos de profesionales si hemos detectado indicios de su presencia, con el fin de erradicar la plaga de ratas o ratones en nuestra vivienda.
Debemos poner especial atención en nuestro hogar, por si pudiesen existir pequeños huecos y cavidades que puedan estar favoreciendo la entrada de ratas o ratones, ya que un buen aislamiento, es la medida preventiva principal que hay que tomar en este tipo plagas. Los roedores entran en las viviendas en busca de refugio, agua y comida, con el fin de poder establecer su colonia y seguir desarrollándose. En numerosas ocasiones, los roedores consiguen acceder al falso techo de las viviendas creando su nido.
Una forma de identificar una plaga de roedores, es prestando atención a los siguientes detalles:
Si después de hacer la revisión pertinente, no has localizado ningún tipo de entrada, es hora de hacer un tratamiento profesional. Estos tratamientos pueden ir desde la colocación de portacebos con rodenticida profesional en su interior (un potente biocida que simula alimento, y que provocaría la muerte del roedor mediante ingestión del producto sin producir ningún tipo de olor posteriormente), aunque también este procedimiento, se puede combinar con tratamientos a base de nebulización (el gas liberado en este tratamiento ahuyentará a los roedores que hayan conseguido acceder a la vivienda) debiendo estar fuera de la zona tratada durante al menos doce horas.
Si una vez realizado el tratamiento, seguimos sintiendo los indicios descritos con anterioridad, significará que sigue existiendo una vía de entrada/salida para los roedores. Deberemos prestar atención, y localizar el origen de los ruidos. En este caso, muchas veces es recomendable (en el caso de que sigamos escuchando ruidos en el falso techo) demolerlo, con el fin de poder hermetizar la cámara, aunque por lo general, no es lo frecuente.
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